lunes, 9 de enero de 2012

Carretera y manta: XX CP Ruta Carlos III-Ciudad del Sol

Para la primera carrera del año nos hemos ido a la provincia de Sevilla, entre esta ciudad y Córdoba. El hecho de que no haya casi carreras en la zona centro ( y menos distancias elevadas en los comienzos del año), la idea de buscar una especie de test para Marrakech (sólo quedan 3 semanas), la atrayente y singular distancia (25,600 kms) y correr en una provincia en la que todavía no lo había hecho, se mezclaron para que esta Ruta Carlos III-Ciudad del Sol fuera la elegida. Y ha sido una buena elección.


La prueba tiene la salida en la localidad de La Luisiana y sigue el curso de la carretera SE-9104, desde allí a Écija, desviándose únicamente para el paso por las pequeñas localidades de El Campillo (km 4) y Cañada Rosal (km 10). Podríamos encuadrarla en ese grupo de carreras "lineales" (salida y meta en lugares diferentes separados por una distancia similar a la que tiene la carrera) cuyo ejemplo más significativo es el Maratón de Boston que, por cierto, es mi gran objetivo para 2013; pero esa es otra historia. Entre las que he corrido y que participan de esas características puedo citar la tercera media maratón más antigua de España en la actualidad, la Ciudad Real-Torralba, o el Maratón de Venecia.

 El fin de semana comenzaba el sábado sobre las 7,30 de la mañana. 3 kms muy lentos por eso del streak runner (153 días seguidos acumulo ya), ducha y rumbo a Córdoba, donde poco después de las 12 llegaba. Allí habia quedado con un miembro del foro de carreraspopulares.com, Blankiverde (Kike) que me hizo de perfecto anfitrión: paseo por todo el centro de la ciudad, comida en un italiano para cargarnos de hidratos, café en la Plaza de la Corredera. Tras dejarlo de compras con su señora, embarazada de 6 meses, me desplazaba ya de noche a La Carlota, donde estaba el Hotel.
El domingo por la mañana, llegaba poco después de las 9 a Écija, donde aparcaba cerca de la meta y cogía un autobús que llevaba a la localidad de La Luisiana, donde se hallaba la salida. Unos 1.300 corredores en un día soleado (16-17 grados a mediodía) aunque con un poco viento que toda la prueba sopló de cara. A las 11 se daba el pistoletazo y pronto salíamos de esta localidad para tomar la carretera; por cierto, felicitaciones a la organización, completamente cerrada al tráfico. Por lo tanto, desde un primer momento se puede correr bien.

Fiel a mi estilo, paso de grupos y corro por sensaciones; quizá hoy no fuera lo más recomendable por el viento desfavorable, pero es la costumbre. Los pasos por las localidades intermedias amenizan el recorrido, pues son muchos los vecinos que han salido a ver la carrera y aplauden de lo lindo. Tras salir de la segunda de ellas, Cañada Rosal, quedan ¡15 kms! Es la gran "trampa" de esta distancia; además, sabes que si tomas el ritmo más o menos de una media maratón, puedes pinchar los últimos kms. Por eso, he preferido ser un poco reservón. A partir del km 17 decido que estoy bastante bien e incremento un poco el ritmo, aunque sigo sin ver Écija. Si por alguna causa no vas bien del todo, este tramo de 12 kms entre poblaciones se hará eterno.

Écija, metida en un valle que hace que en verano haga un calor espantoso, comienza a verse en torno al 20, y en el 21 casi llegamos a sus puertas (el km 21,097, la media maratón, la paso un poco por encima de 1h27'). Comienza aquí una fuerta bajada y cuando entras en sus calles... el horror: adoquín. Pero un adoquín grande, irregular, terriblemente incómodo; una tortura para pies y piernas a estas alturas que no puede ni contrarrestarse con la numerosa gente que ha salido a la calle en esta mañana "cuasi" primaveral y que no deja de animar con su típico gracejo andaluz. Estos últimos más de 3 kms se hacen durísimos e inacabables, aunque todo pasa y llego a meta bastante entero y marcando 1h45'10" oficiales.

Recojo los obsequios (camiseta, trofeo para todos y bolsa de avituallamiento muy completa; excelente para una prueba de 11 euros, por lo que algunos deberían aprender), me ducho, busco y me despido de Kike y rápidamente me dispongo a recorrer los 360 kms hasta casa. Ha sido una buena experiencia esta carrera y parece que tras Castellón y las fiestas mantengo un buen estado de forma, para mis posibilidades, con vistas al maratón de dentro de 20 días (aunque nos lo tomaremos con más tranquilidad que el anterior).

1 comentario:

  1. Desde luego nada mejor que comenzar el año metiendo caña en una buena y larga carrera, claro, que eso es lo que pasa cuando se coge un maratón en enero.
    Salu2

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