miércoles, 14 de diciembre de 2011

II Maratón Internacional de Castellón

La vida te da sorpresas. A todos:  a Pedro Navaja, a ti y a mí. Y las carreras también te las dan, al menos a mí. A principios del año, la negativa: una carrera me "avisa", un poco abruptamente eso sí, de una malformación congénita del corazón y de la necesidad de operar. A finales del mismo, la positiva (una de ellas, cada carrera terminada ofrece algo): un sub-3h en maratón que no esperaba; bueno, ni imaginaba.

Desde el maratón de Bruselas había corrido todos los fines de semana (asfalto y montaña). El domingo día 4 estaba planificado acudir a Cieza a la Media Maratón, pero el compañero no pudo al final: posiblemente me viniera bien. El martes tocó el Cross de la Constitución de Alcázar de San Juan (9 kms) que demostró que llegaba bien al maratón, pues sin forzar hacía poco más de 35 minutos. Si en la capital belga, con un circuito duro, había marcado 3h12', aquí sabía que sin problemas (algo muy relativo en una prueba como el maratón) bajaría de 3h10' y conjuntándose todos los astros podría andar sobre las 3h07', algo que considero que ya es correr. Pero todo se desbordó...

En octubre corrí la MM solidaria de Somosierra y allí conocí a gente de unos pueblos de Toledo (Lillo y El Romeral). Hablando de objetivos, vimos que coincidíamos en la maratón de Castellón, así que me invitaron a ir con ellos. El sábado, pues, me recogían y marchábamos para Levante: Mariano, José, Miguel Ángel, Jesús (hijo de Mariano y el chófer particular) y yo. Mariano debutaba a los cincuenta y pico, y para los otros dos era su segunda participación en la distancia y en este maratón. Llegamos para comer al lado de Oropesa en un formidable buffet, donde me resistí a la tentación de haberme saciado: con pescado fresco y verdura que te hacían al instante a la plancha, paella de marisco... Después pasamos a recoger el dorsal y marchamos a Oropesa: paseíto por la playa, cena de pasta y a dormir a las 10 y poco. Como siempre que "me sacan de mi habitat", 3 cabezadas dí en toda la noche; al menos, la última fue de 5,30 a 6,15 y me quitó el sueño y el cansancio.

A las ocho y diez estábamos en Castellón. Nulo pero ya una temperatura agradable: 5 minutos antes de la salida entraba en mi cajón. Con unos 2.300 corredores, en los primeros kms se produce un pequeño embotellamiento pero a partir del 2 y poco se puede correr bien. He salido rápido y voy pasando a gente, entre ellos a los que acompañan al globo de las 3h15'. Es el km 5 y ya estoy donde colocado donde esperaba estar al final y haciendo una carrera de menos a más. A la altura del km 7, cerca de la Universidad, me uno a un grupo de otros 4 corredores con los que compartiré asfalto hasta casi la media maratón. En el km 14 "echo cuentas por primera vez", pues he pasado en poco más de 1h01'.  Los compañeros, que han dicho que van para bajar de 3h05' se escapan un poco en la bajada (escasamente pronunciada) hacia el Grao y vuelvo a cogerlos en la subida. A este ritmo creo que acabaré hundiéndome, pero hasta el momento voy cómodo y a lo lejos parece verse un grupo numeroso que debe ser el de sub 3horas.

Pasado el km 20 me adelanto a los otros corredores unos metros, posiblemente porque se pasa por el centro y la gente aplaude; así que "me emociono". Será mi perdición. La media la paso 2 segundos por debajo de 1h31', y aquí es la primera vez que me viene a la cabeza seriamente la cifra tan mítica como impensable hasta ahora de las 3 horas. Así que realizo un breve análisis: el ritmo hasta ahora es ligero pero llevadero, "no me encuentro cansado", vamos a ver hasta dónde llegamos, al menor síntoma de dolor o sufrimiento excesivo se desiste de la idea...

Así que me voy para adelante manteniendo el ritmo o algún segundo por debajo, pasando corredores, y sin acomodarme en grupo alguno: por sensaciones a ese ritmo. El paso por el km 28 (2/3 de carrera) lo hago segundos por encima de las 2 horas. "Si no desfallezco, manteniendo estos ritmos, creo que lo consigo", pienso; hasta que me doy cuenta de que hay que sumarle luego los últimos 195 metros, que suponen otros 45 segundos... hay que bajar otros pocos segundos por km.

A partir de este momento el recorrido vuelve a dejar el centro de la ciudad, donde hay animación constante, para pasar por zonas como la Ronda Este de Circunvalación (Castellón no es demasiado grande y tiene estas cosas), donde no hay casi gente. Además, coincide esto con lo que llamamos "el muro", que suele manifestarse en torno a los kms 32-33; y con una leve subida, todo lo cuál puede formar un cóctel maligno para lo que me traigo entre manos (o piernas). Por sorpresa todavía sigo bien: me van pesando los kms, cada vez parecen más largos, pero los voy haciendo a poco más de 4'10". A partir del 35 se vuelve al centro y volver a ver a gran cantidad de gente animando te llena de fuerza. Te llaman por tu nombre (los dorsales personalizados dan mucho juego), te dicen que ya lo tienes (7 kms de nada, sí) y los que saben de esto (gente de clubes y que esperan a compañeros) te ven bien, en progresión y adivinan que vas a bajar de las 3 horas. Incluso alguno me dice: "Tienes que apretar un poco más" o "tienes a los prácticos a tiro, a 100 metros"... llevo ya tiempo que no hago sino adelantar a los que van cayendo del grupo.

Cada vez hay más animación, coincidiendo con que llego al parque Ribalta, donde está ubicada la meta. Pero tiene que circunvalarse para entrar por otro lado. Encaro una recta y aparece el cartel del 41, mientras que un miembro de la organización avisa de que "sólo quedan 2 giros". ¿Todavía? Tras el segundo, la recta final y es ahí donde veo a los prácticos de sub-3 horas menos de 100 metros por delante. Subo el ritmo pero controlando (precaución/miedo todavía por lo que me ocurrió), entrando en los últimos 195 metros con fuerza incluso para esprintar más pero sin atreverme a hacerlo. Cruzo meta 20 metros por detrás de los prácticos y en un tiempo oficial de 3h00'16". Sin embargo, creo que he logrado bajar en tiempo real y por la tarde lo confirmo, 2:59:49.

Aparte del tiempo, hay que decir que Castellón es un magnífico maratón, que debería seguir creciendo a pesar de la cercanía del de Valencia (y cercanía geográfica). Una organización muy preocupada por el corredor, avituallamientos completísimos con isotónicas y agua en botella (es un desperdicio pero para beber lo mejor), fruta y geles a partir del 20. Recorrido bastante llano y con mucha animación (espectacular en el centro) y detalles como los dorsales personalizados: cuando la gente te anima por tu nombre algo te recorre el cuerpo... hay zonas más "abandonadas" como la larga zona del Grao y las circunvalaciones del último tercio de carrera, pero no creo que se pueda hacer otra cosa. En definitiva, la implicación de casi toda la ciudad en "su " maratón acaba notándose y lo hace muy recomendable. Y en las dos primeras ediciones ha acompañado el tiempo.

Gracias y felicitaciones para mis compañeros de viaje, especialmente Mariano que siendo M55 debutaba con 3h34'. Ahí es nada. Castellón ha sido mi maratón nº 22. Primero de una serie de 3 en 80 días, donde espero no pagar los excesos. Eso sí, el siguiente en asfalto, Marrakech, nos lo tomaremos más tranquilo.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena, máquina.

    Ahora es época de millas y leguas. Aprovecha para descansar activamente.

    Un abrazo

    Santi

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  2. Buena crónica, y de nuevo enhorabuena Carlos. Ya ficho tu blog, que no conocía.
    Salu2

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