miércoles, 7 de diciembre de 2011

Luces, cámara, acción

Hoy puede ser un día igual que otro para estrenar un blog.  Igual de bueno o calamitoso; de esperanzador o gris. Puede ser un día magistral para llevar la contraria al proverbio árabe que afirma “No abras la boca si lo que vas a decir no es más bello que el silencio” (entiéndase en su versión escrita y si alguien lo llega a leer, lo cual es mucho suponer);  o quizá no lo sea tanto.  Pero hoy nos animamos y echamos a andar.
El segundo párrafo de toda presentación (cánones mandan) se debe dedicar a explicar sucintamente la importancia social de aquello que se da a conocer, incluyendo una breve (o no tanto, según autores) cronología que puede abarcar desde la aparición de la primera generación de computadoras hasta  el día de hoy. Lógicamente, no voy a empezar aburriéndome a mí mismo, por lo que todo lo resumo en la idea de que quizá sea el momento de que  algunas cosas que se piensan se anoten para luego recordadlas (siempre habrá tiempo para seleccionar y borrar).
Así que, por si a alguien logra interesar, intentaremos renovar y actualizar este espacio con una periodicidad que dependerá del estado de ánimo o del tiempo disponible de quien esto escribe. Por supuesto que no digo que dependerá de lo interesante que pudiera llegar a resultar lo que tenga que mencionar, pues sería mucho pedir (algo así como requerir a los políticos un mínimo de integridad ética, para que nos hagamos una idea).
Hablaremos de carreras y del peculiar mundo del corredor popular. De las que hacemos en compañía de amigos y aquellas, más de las deseadas, a las que acudo solo; de las que se nos dan mal y de aquellas otras que se nos dan peor (eso sí, espero haber cubierto ya mi peculiar cupo de carreras que acaban en reanimación urgente y operación de corazón); de multitudinarias y de esas otras que hacemos en “petit comité”; las de aquí y las de allí; las de larga distancia que nunca acaban y las de pocos kilómetros que, como suelen hacerse a un ritmo más alto, tampoco parecen terminar; aquellas a las que juramos nunca volver, algo que no siempre cumplimos, y aquellas que siempre querríamos repetir…
Pero no todo se reducirá a este peculiar y fascinante mundillo. También, con toda seguridad, hablaremos de cine. Recomendaré películas sin seguir tipo alguno de patrón, quizá saltando de alguna célebre película del Hollywood más clásico de los 40 o alguna maravilla de la etapa silente, a alguna casi desconocida película eslovena o japonesa de los últimos 20 años.  Y siempre que pueda, o me deje la Ley Sinde o la que aprueben similar ( si la hay), pondré algún enlace de descarga. Recordaremos los tiempos pasados e intentaremos descifrar los que estén por venir. Seguro que a veces recomendaré alguna lectura que me llegó a la mente y/o al corazón y otras algún CD o canción (cuidado con Teddy Bautista). Y, por supuesto, esperaremos infructuosamente, pero sin que decaiga en ningún momento el ánimo, el advenimiento de la III República, algo casi imposible en un país donde el Hola! tiene más peso que las barrabasadas que puedan llevar a cabo (ex) periodistas con delirios de grandeza, marichalares, urdangarines y demás especies autóctonas de los simpares parajes zarzueleros (y léase esto último imitando la voz del genial Félix Rodríguez de la Fuente).

1 comentario:

  1. Buena suerte en este nuevo camino, Carlos. No espero nada mediocre de alguien como tú. Te sigo, ya puedes hacer lo mismo con mi blog!!

    Un abrazo

    Santi

    ResponderEliminar