Para celebrar mi Maratón nº 30 me fui hasta Sevilla. Tenía ya ganas de correr esta prueba, así que estaba prácticamente decidido desde noviembre del año pasado. Luego, la agradable sorpresa: cambiaba el recorrido y se volvía a pasar por el centro de la ciudad. Además, poco a poco se fue concretando la compañía: Julián (que se quedó en el camino por una inoportuna lesión) y Ray, que vendría acompañado por su familia la que, por cierto, creo que me ha tratado excesivamente bien y, en cualquier caso, mejor de lo que merezco.
El fin de semana comenzaba con el despertador sonando a las 5.00 para rodar 30 minutos y estirar las piernas, ducha rápida y salir a las 6.30. Sobre las 11.00 estábamos en el Estadio (mal llamado, aunque cualquiera se lo dice a un sevillano) Olímpico para recoger el dorsal. Al hotel, que se encontraba en Triana al lado del Puente de San Telmo y la Torre del Oro, a dejar las maletas, paseo por el Parque de María Luisa y la Plaza de España y vuelta a la Isla para la comida de la pasta. La tarde fue aprovechada para pasear por la ciudad hasta que el sol empezaba a desaparecer y las piernas reclamaban algo de descanso. Otro poquito más de pasta, recordando a esa amiga que siempre me reprocha los hidratos por la noche, y pronto a dormir, lo que conseguí hacer sin problemas y de un tirón.
Tras desayunar y recoger, Ray y yo nos marchábamos para la zona de Salida, sorprendiéndome que se pudiera dejar el coche, sin problemas, en el parking del Estadio. Aparcar en la puerta como si esto fuera el del Boedo. Un poquito de espera para dejar las mochilas, aunque los voluntarios atendían con gran rapidez, y a calentar un poco. El calentamiento, sin embargo, fue mínimo ya que surgió algo más importante; parecía como si José Coronado me hubiera dado por la noche varios packs de los yogures que anunciaba, por lo que tuve que despedirme abruptamente de mi compañero y, más abruptamente todavía, de mis prejuicios a entrar en los baños portátiles que las organizaciones suelen colocar.
De aquí toco ir corriendo a la zona de salida para llegar a tiempo y, por lo menos, quitarme el frío matinal, aunque ya se ve que la temperatura va a ser ideal para correr: el sol comienza a mostrarse y el viento parece casi inexistente. Alcanzo mi cajón de salida y allí nadie me mira el dorsal: el control de entrada ha sido poco (o nada) riguroso. De manera puntual se da la salida, no tardo en exceso en pasar por el arco (15 segundos) y pronto me doy cuenta de que se puede correr muy bien desde el inicio, ya que la avenida es anchísima. Así que me adelanto al globo de las 3 horas: menos de un km y ya está decidido que toca correr rápido. Encuentro, además, a mi amigo Antonio, de Ciudad Real, que va con otro compañero de club. Iremos cerca y/o juntos buena parte de la carrera y al final entrarán en meta poco después que yo. También veo y saludo al gran Shinichi, que también hará una carrera espectacular.
Sin darnos cuenta recorremos Triana y llegamos al primer gran punto de la carrera (km 5), el Puente de San Telmo, donde Marisa y sus hijas me animan y me hacen alguna foto, fascinante, junto al Guadalquivir. A partir de aquí otros casi 5 kms corriendo junto al Río (pasando junto a la Maestranza) y con la única cuesta real del recorrido, al cruzar un tunel. El paso por el km 10 es de, aproximadamente, 41'20"; un tiempo que supondría un 10.000 casi apañado para antes de la operación, pienso.
Tras pasar por la Macarena, sobre el 15, viene la parte más "aburrida" de la maratón, donde recorremos las zonas más alejadas del centro: Kansas City, el Pizjuán, Avenida de San Francisco... La animación es menor, pero no faltan palmeros o gente que se desgañita, aunque sea uno solo. La media maratón la paso en 1h27'50", esperando que no pase demasiada factura para el resto del trayecto. Con algún que otro compañero ocasional de carrera llegamos al 30, donde noto que las fuerzas están bastante intactas y donde sé que empieza realmente el maratón. Además, comienza lo mejor del recorrido. En el 32 entramos en el Parque de María Luisa, damos alguna vuelta por allí y recorremos la Plaza de España. Precioso aunque se empieza a notar el adoquinado que nos acompañará por todo el centro histórico. Aquí hay una gran animación, que se redobla al cruzar la Avenida de la Catedral y pasar por la misma con la imponente Giralda en lo alto. Veo por segunda vez a Marisa y las chicas y hasta sonrío, aunque está comenzando mi particular muro.
Estos 3-4 kilómetros son de lo mejor que he tenido la suerte de correr en mi vida maratoniana y quedará en la mente como quedan los últimos kms del maratón de Roma o Florencia. Al dejar el centro y, también, el bullicio de la animación, las dudas llegan: tengo la impresión de que avanzo muy despacio. Me tomo un gel y reposto algo de agua al entrar a la Isla de la Cartuja por el Puente de la Barqueta. A partir de este momento, vemos a lo lejos el Estadio y aquí creo que nadie acaba de comprender por qué no vamos por el camino más recto; bueno, claro que lo comprendemos: hay que hacer la distancia correcta, pero no lo queremos comprender.
En el 39, más o menos, ya me he repuesto del pequeño bajón y voy otra vez animado, aunque con sensación de ir mucho más lento, lo que no es realmente cierto. La entrada en el estadio y la vuelta final en este, a pesar del estado del tartán, también las recordaré durante mucho tiempo Además, todavía me queda lo suficiente como para incrementar un poco el ritmo. El tiempo neto, 2h56'45". La segunda media, a pesar de las sensaciones, sólo la he recorrido en un minuto y cinco segundos más que la primera: 1h28'55. Otro tiempo que ya hubiera querido realizar con asiduidad antes de la operación.
En el 39, más o menos, ya me he repuesto del pequeño bajón y voy otra vez animado, aunque con sensación de ir mucho más lento, lo que no es realmente cierto. La entrada en el estadio y la vuelta final en este, a pesar del estado del tartán, también las recordaré durante mucho tiempo Además, todavía me queda lo suficiente como para incrementar un poco el ritmo. El tiempo neto, 2h56'45". La segunda media, a pesar de las sensaciones, sólo la he recorrido en un minuto y cinco segundos más que la primera: 1h28'55. Otro tiempo que ya hubiera querido realizar con asiduidad antes de la operación.
Sevilla tiene todo para convertirse en el segundo maratón español tras Barcelona, incluso por delante de Madrid. El recorrido es atractivo, muy llanito (el túnel y escasos repechos casi imperceptibles y muy cortos), muy buen precio, la ciudad es muy acogedora y atractiva... también hay algún punto que el nuevo organizador, Motorpress Ibérica, debe mejorar: guardarropa, duchas y, este año, diseño de la camiseta técnica de regalo técnica de recuerdo: sin mangas, donde lo que más se ve es el patrocinador, horrible.
Pero priman, como he mencionado, los aspectos positivos. Avituallamientos más que correctos, a veces con agua en botellas pero principalmente en vasos; aunque se beba peor lo considero más adecuado por el ahorro de líquido. Sólido y geles en el km 30 (creo) y con un gran número de voluntarios, muy "resalados" ellos. En definitiva, casi obligado repetirlo otro año. Ahora un descanso antes de realizar varias medias maratones con las que prepararé el Maratón de A Coruña, el 21 de Abril. La primera de ellas, otro plato fuerte: la de Segovia el 17 de marzo con apoteósicas salida y llegada junto al Acueducto.
¡¡¡No habrá paz para los malvados!!!
ResponderEliminarEl poco tiempo que te llevo siguiendo y la tranquilidad que trasmites siempre en las crónicas. ¿No te pones nervioso nunca? jaja.
Ese ritmo endiablado de carreras te puede llevar a un número apoteósico, ya tiene en mente un número al que quieres llegar?
Un saludo pedazo crack.
Ya son muchas vivencias, lo que mitiga mucho los nervios. Tras la operación, el hospital y demás decidí disfrutar todo lo que pueda. Algún día tendré que bajar el ritmo, pero de momento aprovecho.
EliminarMuchas gracias y a ver si nos vemos pronto. Un saludo.
Carlos, gran tiempo. me la apunto para el 2014 a ritmo de bulerías. motorpress es competencia directa de alesport, cuya empresa de eventos organiza el de Bcn. lo pillas no? Han visto cacho y al lio. el año que viene 50 euros y ponen mangas a ls camiseta. 30 maratones. corriendo. y con dorsal...grande
ResponderEliminarEcha un vistazo al trazado de Murcia. yo me he mareado...
Un abrazo
Santi
El año que viene ya han anunciado que buscan los 10.000. Han pasado de Madrid y venden Sevilla. ¿Ya ha aparecido Murcia? Vamos a por ello.
Eliminar"hay que hacer la distancia correcta, pero no lo queremos comprender".
ResponderEliminarMe ha encantado esta frase...jajaja...es que es una realidad como un templo. Es igual que cuando en las montañas no paran de hacerte bajar y dices aquello de: "joder...tanto bajar para tener que subir después"!!!...
Una vez más ENHORABUENA...menuda gran celebración de tu 30º maratón!!. Y qué suerte haber disfrutado de ese nuevo recorrido tan bonito, que yo la recuerdo fea de cojones.
Besitos y a por A Coruña!
Enhorabuena fenómeno. Así que cuando nos vimos al final me dijiste que estabas contento, que habías hecho un buen tiempo, eso no es bueno, es cojo....., jaja, ¿He leído por ahí que marca personal?.
ResponderEliminarEn fin, que me alegró verte por partida doble, fíjate que eras el único conocido que sabía que iba y pensaba yo "como para verlo entre esta multitud", pues toma al principio y al final.
¿Qué es eso de Murcia, maratón?. Suerte en La Coruña, la tengo en la recámara.
Un saludo.
Dije que se me había dado bastante bien y así fue. Mi mejor tiempo, sí.
EliminarUna casualidad y una alegría vernos y, como dices, dos veces. Lo de Murcia parece ser que ya está confirmado, es el 3 de noviembre y creo que ya está el recorrido. En La Coruña nos lo tomaremos en plan más tranquilo, que tanta tralla...
Un saludo
Menudo tiempazo te has marcado, enhorabuena. Me alegra que haya mejorado el recorrido, el que yo hice hace 2 o 3 años no me gustó nada, plano ya era, eso si.
ResponderEliminarRepetir no será fácil mientras haya otros sin hacer aún, pero quien sabe...
Salu2