Este fin de semana de marzo se caracteriza, desde hace unos años, por el elevado número de carreras existentes. Si coincide con que sea previo a Semana Santa, como ha sido el caso, esa cifra se multiplica. En un "radio lógico" se encontraban Alcalá de Henares, Aranjuez (que ya corrí, en su primera edición, el año pasado) un par de ellas muy cercanas... pero cuando me propusieron correr en Segovia tardé menos de 30 segundos hacer una de tango: "Si tú me dices ven, lo dejo todo". Las referencias que tenía eran excelentes y ya había pensado con anterioridad en la viabilidad de correrla, así que modificamos la agenda y le hicimos hueco.

Había quedado a las 6 de la mañana con Ray y Marisa para iniciar la expedición, por lo que poco después de las 8 ya estábamos allí. Logramos aparcar cerca y bajamos a por el dorsal cuando la lluvia, que nos había respetado durante el camino, comenzaba a hacer acto de presencia para quedarse toda la mañana. Así que un café por aquí y otro por allá para mantenernos a resguardo mientras que se acercaba la hora de salida: 10.30 h. Poco antes, a cambiarnos bajo los arcos del acueducto y calentar un poquillo bajo una lluvia cada vez más molesta. Ya que estoy calado hasta los huesos y con los pies como si los hubiera metido en un charco, decido correr en tirantes.
La salida, al lado del símbolo de la ciudad, el Acueducto, se da con un cañonazo, y es que la Bripac ayudaba con la organización, corriendo más de 200 de sus integrantes. También tenían previsto realizar un espectáculo de vuelo sin motor, pero se tuvo que suspender por la condiciones climatológicas. Cañonazo al aire y a correr. El primer kilómetro es cuesta abajo, lo que hace salir rápido y entrar algo en calor; aquí veo al gran Shinichi, con el que compartiré algún kilómetro. Del 1 al 3 la primera subida importante, la que lleva a la zona residencial de El Sotillo, por la que transcurrían varios kilómetros en pasadas ediciones. Ahora no, ahora, se sube y casi inmediatamente se abandona el barrio para iniciar un descenso que con algún tobogán nos lleva al km 6. Aquí comienza lo más parecido a un recorrido llano, por la Alameda del Parral, la Casa de la Moneda o el Santuario de la Fuencisla; pero no deja de haber repechos y es que junto a las grandes cuestas, el perfil está jalonado de continuos toboganes que van minando las fuerzas. Durante estos kms también contamos con zonas por las que se corre por tierra, zonas ayer llenas de barro.
Con la lluvia cayendo sin parar y en ocasiones realmente fuerte, iniciamos la famosa cuesta de Santo Domingo que comienza suavemente y acaba, a la altura de la Universidad, de forma abrupta. Me sorprende que haya gente animando y pienso si no tendrán otra cosa que hacer que estar poniéndose chorreando, leer los nombres en nuestros dorsales personalizados y gritarlos al viento. Al concluir la cuesta, un descenso reparador y sobre el km 10,5 pasamos nuevamente por el Acueducto, repleto de gente. Si hasta ahora la carrera ha sido atractiva, a partir de ahora puede ser calificada de orgásmica. A ello ayuda que aunque rápido, he decidido no ir exprimiéndome al máximo, pese al estado de euforia al que remite el espectacular escenario.
Calle Mayor, Catedral, Palacio de Quintanar, San Esteban. Arco de la Clausura, El Alcázar, la Puerta del Socorro... hasta el km 14. Recorrido por todo el centro histórico de Segovia: con empredrado molesto y amenazante por firme, bajo la lluvia, por calles estrechas, con numerosos giros cerrados en las esquinas, repecho tras repecho, dureza, satisfacción, sensación irrefrenable de gritar, de correr, de vivir.
A unos 300 metros, subiendo escaleras para refrescar las piernas eso sí, se encuentra el Cuartel Militar donde están las duchas. De las mejores acondicionadas que he visto en carreras y con el agua caliente, que hace que entre en calor. Vuelta a la calle y a la lluvia y, al ver a Ray y Marisa, en un rápido cónclave decidimos descartar el turismo y volver a casa. Sí, soy de las pocas personas que va a Segovia y no come cochinillo y judiones de La Granja. Uno es como es.
Sensacional carrera que espero repetir y si es con clima más favorable mejor que mejor. En mi mapa de carreras se merece una chincheta en forma de bandera, las reservadas para las de atractivo especial.
Qe buenos recuerdos.... Por allí estuve hace un par de años. La verdad que si han cambiado el recorrido para que sea más urbana habrá sido un acierto . Pero Carlos!!! Ir a dejarte el sudor y lágrimas a Segovia y no probar el cochinillo ...... No tienes perdón !!!! Jajajaja
ResponderEliminarPues hay gente criticando que si mucho adoquín, que si peligrosa, dura... no sé, vete a correr a un polígono. La carrera, preciosa. Habrá que repetir.
EliminarEnhorabuena, otro muy buen tiempo pese al mal tiempo. Es muy buena media, yo conozco el recorrido anterior, este parece ser mejor.
ResponderEliminarNo te doy la enhorabuena sin embargo por largarte de allí sin darte una buena comida, aunque no sea una comilona tipo gastriatleta, no es para presumir de ello.
Salu2
El cuerpo sólo pedía calefacción del coche. Como tengo que volver, el tostón queda para una edición soleada.
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