El otro día estuve revisando el listado de películas que tengo en casa y me sorprendió comprobar que, aunque a veces los géneros cinematográficos no son puros, el número de comedias superaba las 400. Aparte de volver esto a hacerme pensar sobre por qué se valora una buena comedia menos que un buen drama, también me llevó a pensar en un pequeño homenaje. Y para hacerlo más complicado, la verdad es que no sé por qué, al "peculiar" mundo de la comedia romántica, subgénero que siempre camina por esa cuerda floja que le puede hacer caer en el pricipio de la genialidad o de un edulcorado horror (escalofrío, aunque me permitiré alguna pequeña licencia). Me vinieron maravillosos nombres a la cabeza: las dos Hepburn, Grant, Vacaciones en Roma, Breakfast at Tiffany's... resultaba bastante fácil.
Por lo tanto, había que reducir el margen de acción y lo hice a (más o menos) los últimos 25 años, donde el cine se ha empobrecido mucho respecto a otra épocas y la comedia bastante más. Así que ahora que se acerca el frío y a veces apetece quedarse en casa y ver una película, este pequeño listado también puede servir de manual de "supervivencia cinematográfica de pareja" para el invierno.
EL PRÓLOGO
Annie Hall (Woody Allen, 1997)
Soy de los que piensa que al hablar de la comedia de los últimos años siempre hay que partir de esta impresionante película de Allen. Hasta ese momento, las películas del neoyorkino eran más que nada una acumulación de gags, muchos geniales pero un poco deslabazados. A partir de aquí se da forma al característico estilo Allen.
El director la definió como "una comedia romántica sobre los neuróticos en las ciudades" y en ella Alvy Singer (que, obviamente, tiene mucho del propio autor) reflexiona sobre su relación con Annie Hall, una maravillosa Diane Keaton (por entonces, su pareja). Para ello usa toda clase de recursos que luego se verán en otras películas: toda ella es un flashback y aparecen otros dentro del principal, hablar a la cámara, escenas de dibujos animados, sueños, división de la pantalla en dos partes y los personajes de una entran en la otra, escenas con subtítulos en los que en estos se lee lo que realmente piensan los personajes mientras dicen otra cosa....
Obra maestra absoluta, divertidísima y reflexiva que gira en torno a las relaciones y el amor y que está jalonada de momentos y frases memorables.
"Así es como me parece la vida: llena de soledad, miseria, sufrimiento, tristeza... y, sin embargo, se acaba demasiado deprisa".
"Así es como me parece la vida: llena de soledad, miseria, sufrimiento, tristeza... y, sin embargo, se acaba demasiado deprisa".
"No te metas con la masturbación. Sólo es hacer el amor con alguien que amo".
"El sexo es lo más divertido que he hecho sin sonreir".
10 COMEDIAS ROMÁNTICAS APTAS PARA "DIABÉTICOS"
Cuando Harry encontró a Sally (When Harry met Sally... - R. Reiner, 1989)
Reiner ya había dirigido Cuenta conmigo y La princesa prometida, entre otras, cuando realizó esta magnífica película que tuvo mucho que ver en la realización posterior de este tipo de comedias (un año después se estrenaría Pretty Woman que sería la otra gran y empalagosa influencia). La película destila un guiño a algún que otro aspecto de Allen y tiene un excelente guión de la luego directora Nora Ephron.
Cuenta la historia de un hombre y una mujer que se conocen en la época universitaria en un viaje de Chicago a New York y los sucesivos encuentros en los siguientes años. Supuso el salto al estrellato para Meg Ryan, aunque el que realmente está brillante es Billy Crystal. Como secundaria, ni más ni menos que Carrie Fisher, aunque aquí sin el mítico peinado por el que se caracterizaba la princesa Leia.
Inolvidable la escena en la que la cándida Ryan enseña cómo se simula un orgasmo en pleno restaurante, simulación que haría palidecer los que tiene que fingir, para colmarse de riqueza, alguna que otra alemana organizadora de safaris y partidas de caza en los más recónditos lugares de África (Botsw....)
Atrapado en el tiempo (Groundhog Day - Harold Ramis, 1993)
Específico título en español para El día de la marmota, la mejor película del guionista Harold Ramis (uno de los escritores de Desmadre a la americana, que inauguró un nada afortunado género). Parte de una idea genial: un equipo de un canal de TV marcha a cubrir el día de la marmota n la localidad de Punxsutawney y el reportero queda atrapado en ese día, repitiéndose todo a su alrededor una vez y otra, sin nada que poder hacer.
Bill Murray, siempre asociado a la comedia, está como de costumbre (sea la película buena o mala) genial. Junto a él la guapísima Andie MacDowell que venía del éxito de Matrimonio de Conveniencia (Green Card) junto a Depardieu, en la misma línea pero varios escalones por abajo. MacDowell tendría algún éxito más en este tipo de películas, especialmente la famosa (y estimable) Cuatro bodas y un funeral.
El cartero (y Pablo Neruda) (Il Postino - Michael Radford, 1994)
Uno de los grandes éxitos del gris cine italiano de los últimos 20 años, aunque dirigido por el "casi" inglés Radford (nacido en India). Basado en la novela de Antonio Skármeta, narra la relación entre un pobre cartero que reclama la ayuda del mismísimo Neruda para que le ayude a conquistar a la mujer de la que está enamorado.
Tierna película en la que destacan las interpretaciones de Massimo Troisi (en su última aparición en pantalla y ya gravemente enfermo) y del habitualmente estelar Philippe Noiret, que interpreta al genio chileno durante su estancia en Isla Salina en los 50 (en la novela la acción en los 70 y en la chilena Isla Negra). La novia del bueno de Mario, a la que corteja con "un peligroso arma" como son las metáforas, la espectacular Maria Grazia Cucinotta. Inolvidable también la BSO, obra de Luis Enríquez Bacalov.
Beautiful Girls (Ted Demme, 1996)
No es la comedia romántica al uso pero algunos rasgos permiten incluirla en la lista. Una reunión de viejos compañeros de instituto sirve para que uno de ellos, procedente de NYC, se replantee su situación vital. Película sobre el enfrentamiento entre sueños de juventud y realidad de nuestras vidas, sobre antiguas y nuevas ilusiones, sobre amores imposibles o rutinarios.
Reparto coral donde destacan Timothy Hatton, Uma Thurman y una jovencísima Natalie Portman que se hace con la pantalla cada vez que aparece (fundé, al ver la película en su estreno, el club de fans de su personaje junto a otros compañeros de estudios a los que llevo años sin ver). Muy recomendable también la BSO, con temas de Chris Isaak, Jethro Tull, los Stones, Neil Diamond.... y música de Dave Stewart (el ex de Eurythmics). Hilarantes el par de escenas donde saca a relucir la verborrea Rosie O'Donnell.
Mejor... imposible (As good as It gets - James L. Brooks, 1997)
Una de extrañas, y más que imposibles, parejas. La formada por el repelente personaje que interpreta el gran Jack Nicholson y una camarera hastiada de muchas cosas, una Helent Hunt que recibía la gran oportunidad en el cine (había triunfado en TV con Loco por ti).
A pesar de su metraje elevado para este tipo de películas, no se hace aburrida, en especial por la buena dirección de Brooks y la actuación de ambos, con un brutal Nicholson (Óscars para los dos); además, llega a haber incluso química entre los personajes a pesar de sus muchas diferencias (no sólo la edad, 34 por 60). Pero claro, queda aquello de "You make me want to be a better man" que dice el, parco en sentimientos, protagonista (tú me haces ser un mejor hombre).
Alta fidelidad (High Fidelity - Stephen Frears, 2000)
Novela (Hornby) y película excelentes, que unen pasión por la música y el complejo mundo de las relaciones de pareja. Rob regenta una imposible tienda de discos con dos dependientes a los que no puede/quiere echar cuando le abandona su novia, hundiendo su ya de por sí desastrada vida y llevándole a recordar a antiguas parejas o conocer a otras (Catherine Zeta-Jones, Lili Taylor, Lisa Bonet...)
John Cusak y Jack Black están geniales, este último en un papel hilarante al que saca todo el partido. Lógicamente, la banda sonora es una maravilla: Springsteen, 13th Floor Elevators, The Velvet Underground, Wonder, Al Green, Love...
Lisa Bonet (para quienes no la recuerden, la niña que aparecía en el escalofriante The Bill Cosby show) cantando adorablemente el tema de Frampton...
Amelie (Jean-Pierre Jaunet, 2001)
Jean-Pierre Jaunet se había labrado un universo propio en títulos de culto como Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos (junto a Marc Caro) y, en menor medida, con el cuarto de la saga Alien. Pero sorprendió con esta maravillosa película, uno de los grandes éxitos del cine francés reciente (segunda película más taquillera hasta la fecha), que cuenta la historia de una adorable muchacha que ayuda a los demás pero que no afronta sus miedos e inseguridades.
Cuenta con una magistral y adorable Audrey Tautou sobre la que descansa en buena parte el filme. Y con una más que excelente fotografía que permite recrear el rico mundo visual de Jaunet y la envolvente música de Yann Tiersen. Aquí, el Vals de Amelie...
My sassy girl (Yeopgijeogin geunyeo - Kwak Jae-young, 2001)
Una de las cinematografías más interesantes del nuevo milenio es la de Corea del Sur. A lo directores consagrados se van sumando nuevos talentos y a los temas clásicos toda clase de géneros. Así, han llegado a producir varias comedias destacadas entre las que cabría destacar esta, que fue objeto de un poco afortunado remake en USA y de una segunda parte.
Accidentalmente, un chico y una chica se conocen, él tímido e introvertido y ella todo lo contrario. No hay galanes, ni mujeres-quirófano pero sí derroche de imaginación y sonrisas por doquier para narrar la historia de una relación muy peculiar que no llega a aburrir en los 140 minutos de duración. Excelente la química entre la pareja protagonista.
El hijo de la novia (Juan José Campanella, 2001)
Campanella, que había dirigido un par de años antes El mismo amor, la misma lluvia, alcanzó un gran y merecido éxito con esta extraordinaria comedia, romántica aunque no al uso. Rafael lleva una vida caótica con un restaurante que le deja sin tiempo, una novia con la que no se compromete y a la que atiende como por obligación, una hija fruto de un matrimonio anterior a la que ve poco... lo suficiente para preguntarse "¿qué mierda estoy haciendo con mi vida?"
Para complicarlo, aparece un amigo que le recuerda los sueños de la infancia y su padre quiere casarse con su madre por la Iglesia después de 44 de relación por lo civil y ella padeciendo Alzheimer. Todo ello da un lugar a un magnífica película que cuenta con interpretaciones antológicas de Ricardo Darín, Eduardo Blanco, Norma Aleandro y el grandioso Héctor Alterio.
Héctor Alterio y el arte de la interpretación en una escena que, se cuenta, improvisó.
Olvídate de mí (Eternal Sunshine of the spotless mind - Michel Gondry, 2004)
Sí, voy a recomendar una película donde aparece Jim Carrey. Además, gozosamente fuera de su casi único e insoportable registro conocido, lo que ayuda a que la película sea una obra maestra (ni una mueca, el tío). A su lado, la magnífica Kate Winslet, de la que tanto se habló con ocasión de Titanic, dando vida a Clementine esa mujer cuyo pelo cambia de color de acuerdo al estado anímico.
Olvidate de mí cuenta con uno de los mejores guiones de los últimos 25 años, obra de Charlie Kaufman (Cómo ser John Malkovich, El ladrón de orquídeas...) que plantea la posibilidad de que existiera una clínica donde se pudieran borrar los recuerdos pasados, los ecos de las relaciones fallidas. Historia no lineal, nada convencional y que es llevada de manera modélica por el francés Michel Gondry. A destacar la excelente versión que Beck hace del tema de The Korgis, Everybody's gotta learn sometime.
Si hay alguna que no se ha visto, este puede ser el momento. Algún día hablaremos de las mejores comedias del cine clásico.
John Cusak y Jack Black están geniales, este último en un papel hilarante al que saca todo el partido. Lógicamente, la banda sonora es una maravilla: Springsteen, 13th Floor Elevators, The Velvet Underground, Wonder, Al Green, Love...
Lisa Bonet (para quienes no la recuerden, la niña que aparecía en el escalofriante The Bill Cosby show) cantando adorablemente el tema de Frampton...
Amelie (Jean-Pierre Jaunet, 2001)
Jean-Pierre Jaunet se había labrado un universo propio en títulos de culto como Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos (junto a Marc Caro) y, en menor medida, con el cuarto de la saga Alien. Pero sorprendió con esta maravillosa película, uno de los grandes éxitos del cine francés reciente (segunda película más taquillera hasta la fecha), que cuenta la historia de una adorable muchacha que ayuda a los demás pero que no afronta sus miedos e inseguridades.
Cuenta con una magistral y adorable Audrey Tautou sobre la que descansa en buena parte el filme. Y con una más que excelente fotografía que permite recrear el rico mundo visual de Jaunet y la envolvente música de Yann Tiersen. Aquí, el Vals de Amelie...
My sassy girl (Yeopgijeogin geunyeo - Kwak Jae-young, 2001)
Una de las cinematografías más interesantes del nuevo milenio es la de Corea del Sur. A lo directores consagrados se van sumando nuevos talentos y a los temas clásicos toda clase de géneros. Así, han llegado a producir varias comedias destacadas entre las que cabría destacar esta, que fue objeto de un poco afortunado remake en USA y de una segunda parte.
Accidentalmente, un chico y una chica se conocen, él tímido e introvertido y ella todo lo contrario. No hay galanes, ni mujeres-quirófano pero sí derroche de imaginación y sonrisas por doquier para narrar la historia de una relación muy peculiar que no llega a aburrir en los 140 minutos de duración. Excelente la química entre la pareja protagonista.
El hijo de la novia (Juan José Campanella, 2001)
Campanella, que había dirigido un par de años antes El mismo amor, la misma lluvia, alcanzó un gran y merecido éxito con esta extraordinaria comedia, romántica aunque no al uso. Rafael lleva una vida caótica con un restaurante que le deja sin tiempo, una novia con la que no se compromete y a la que atiende como por obligación, una hija fruto de un matrimonio anterior a la que ve poco... lo suficiente para preguntarse "¿qué mierda estoy haciendo con mi vida?"
Para complicarlo, aparece un amigo que le recuerda los sueños de la infancia y su padre quiere casarse con su madre por la Iglesia después de 44 de relación por lo civil y ella padeciendo Alzheimer. Todo ello da un lugar a un magnífica película que cuenta con interpretaciones antológicas de Ricardo Darín, Eduardo Blanco, Norma Aleandro y el grandioso Héctor Alterio.
Héctor Alterio y el arte de la interpretación en una escena que, se cuenta, improvisó.
Olvídate de mí (Eternal Sunshine of the spotless mind - Michel Gondry, 2004)
Sí, voy a recomendar una película donde aparece Jim Carrey. Además, gozosamente fuera de su casi único e insoportable registro conocido, lo que ayuda a que la película sea una obra maestra (ni una mueca, el tío). A su lado, la magnífica Kate Winslet, de la que tanto se habló con ocasión de Titanic, dando vida a Clementine esa mujer cuyo pelo cambia de color de acuerdo al estado anímico.
Olvidate de mí cuenta con uno de los mejores guiones de los últimos 25 años, obra de Charlie Kaufman (Cómo ser John Malkovich, El ladrón de orquídeas...) que plantea la posibilidad de que existiera una clínica donde se pudieran borrar los recuerdos pasados, los ecos de las relaciones fallidas. Historia no lineal, nada convencional y que es llevada de manera modélica por el francés Michel Gondry. A destacar la excelente versión que Beck hace del tema de The Korgis, Everybody's gotta learn sometime.
Si hay alguna que no se ha visto, este puede ser el momento. Algún día hablaremos de las mejores comedias del cine clásico.
Viendo este post, me he dado cuenta de que me gusta la comedia romántica, porque las he visto casi todas (excepto my sassi girl y olvídate de mi, de las que tomo nota).
ResponderEliminarGenial descripción de todas ellas.
Besitos.
Pd: hoy he recibido la programación del cine club de mi ciudad y van a hacer una serie de películas dedicadas a la salud mental (por la semana del alzheimer) y precisamente este viernes empiezan con "un hombre mirando al sudeste".