Tercera vez que participaba en esta carrera, otra de esas pruebas que por una razón u otra nunca había terminado como me hubiera gustado,aunque el reloj pudiera sugerir lo contrario, y cuyos agravios en este año de (des)gracia de 2012 estoy intentado subsanar. Primero fue Fuencarral-El Pardo, luego el Maratón de Madrid y ahora esta nueva media. No es que me tuviera que quitar un peso de encima con alguna de ellas, pero sí quería hacerlas disfrutando: desde el principio hasta el final.
Con algún que otro problemilla, el Almagro Trotón Club ha vuelto a sacar adelante una nueva edición, la octava ya, de su media maratón. Una carrera modesta en cuanto a número de participantes; a pesar de que este año ha batido récord, no ha llegado a 600. Muy llana, tiene la peculiaridad de contar con al menos cuatro superficies sobre las que correr: asfalto, tierra, adoquín y baldosa/piedra. Para completar los 21,097 kms hay que dar una vuelta reducida a un circuito (algo menos de 3 kms) y completar el mismo en otras dos ocasiones (algo más de 9 kms). Ese circuito es mayoritariamente urbano pero cuenta también con unos 2,5 kms por caminos: una parte de asfalto y otra de tierra (que ha visto reducida su superficie respecto a la última edición en la que participé).
Aparte de por su producto estrella gastronómico, la berenjena (de la que mi amigo Santi dio buena cuenta tras la carrera, consiguiendo una velocidad de movimiento mandibular que ya quisiera para sus piernas en carrera) y por sus encajes y blondas, Almagro es fundamentalmente conocida por el festival de teatro que se celebra en julio y por su extraordinario conjunto arquitectónico (civil y religioso). La carrera, pues, cuenta con el atractivo de pasar dos veces por la extraordinaria Plaza Mayor, de origen medieval pero reformada en el siglo XVI, por el Corral de Comedias, el Teatro Municipal, diferentes casas palaciegas, fachadas de conventos... e incluso por la casa donde Pedro Almodóvar grabó buena parte de Volver. Esta visita guiada a buena velocidad tiene el ligero inconveniente de que todo el suelo del casco antiguo está conformado por adoquín y piedra, lo que puede afectar muscularmente si se va escaso de fuerzas.
Llego al lugar de la carrera con mi amigo Ángel, que debutaba en media y que ha hecho un gran tiempo. Sólo un problema físico que le ha obligado a parar momentáneamente ha impedido que no fuera un estreno prodigioso, pues íbamos para poco más de 1h30'. Tras calentar, vemos a Santi y a Juanlu, con los que estamos hablando distentidamente cuando nos sorprende la salida. Con tan poca gente pronto recobramos el lugar adecuado y vamos marcando un buen ritmo, entre 4'15" y 4'20". La temperatura es ideal y sólo molesta el viento, así como la visión de alguna nube amenazante (que acabará descargando tras llegar a meta). Aunque llevo muchos kilómetros en las últimas semanas (con esta media he rematado una de 108), este es un ritmo al que no me desgasto apenas, algún segundo más lento que el normal de mis últimas maratones. Cuando volvemos a la localidad después del primer paso por los caminos, más allá del km 11, Ángel me dice que me vaya, que tiene que hacer una parada técnica. Dudo si esperarme pero por no parar, continúo. Acabará en 1h36'. En la siguiente estaremos en 1h30' si no por debajo.
Poco después hago el segundo paso por meta (de los 3 que se hacen) y al verme totalmente entero decido robarle algunos segundos a cada kilómetro, aunque sin forzar en ningún momento. La segunda vuelta completa la haré a ritmos que oscilan entre 4'05" (aire en contra) y 3'50" (aire a favor), aunque predominando por debajo de 4'. Desde luego, pasando a muchísima gente. La parte no urbana del recorrido que mi mente recordaba como larguísima (producto de no haberse dado la carrera como se desea en las dos ocasiones precedentes) y que puede hacerse pesada por el viento y porque en esta segunda vuelta tiene lugar entre los kms 17'5 y 20, esta vez me produce la sensación de incluso ser corta. Es lo que tiene correr a ritmos que dominas bien y no exprimirte.
Así que sin ninguna incidencia ni excesivo desgaste (ni nada mejor que contar) me planto en meta en 1h28'35" oficiales. Conversación rápida cortada por la lluvia con Santi y Juanlu y a casa. La semana que viene toca otra Media Maratón, la de Coslada, la segunda media que corrí y en la que voy a repetir 9 años después. Allí Santi me dirá si puede ir a la Trans Montes Blancos o no; de no hacerlo, yo no voy a ir solo. Así que esta carrera de 50 kms en autosufiencia la cambiaría por alguna otra prueba a celebrar en las semanas siguientes: o los 100 kms en 24 horas de Corricolari-Aire Libre (09-10 de Junio) o el MAM (Maratón Alpino de Madrid, 16 Junio).
De Guatemala a Guatepeor, como reza el dicho. O si no quieres té, toma 2 tazas. Para los 50 sí llevo un entreno más o menos competente, para las otras dos pruebas no. To be continued...
Buena carrera te has marcado, para no variar, y no está mal el circuito, un poco pesada la zona de adoquín pero bien, salvo el tema del aire, ajeno en cualquier caso. Buen post, aunque la lluvia lo atajó, yo me tenía que ir en cualquier caso.
ResponderEliminarSuerte en Coslada.
Bueno hombre, hagas 50 o hagas 100, los harás bien seguro...yo creo que a partir de una cierta cantidad de kms, lo importante es más la cabeza que otra cosa.
ResponderEliminarSi llego a estar yo para correr, te hubiera acompañado yo a los montes blancos!!!...
A ver si se anima Santi.
Besitos y felicidades por esta media (también a tu amigo por el debut).
Pd: te han contagiado el virus ese de correr en todas partes el yon y el santi?...o ya te venía también de serie?